Al fin llego el día. Voy camino a Valparaíso a pasar por primera vez un año nuevo allá. Valparaíso para mi es un lugar demasiado especial y místico. Lleno de historias que recorren sus calles y sus cerros.
Miles y miles de personas viajan de todos lados para llegar a esta ciudad a vivir un evento tradicional y lleno de magia.
Dicen que el 2012 se acaba todo. Esperemos que sea el comienzo de un año de alegrías y sorpresas. Se va un año que fue bueno en todo sentido. Trabajo espectacular. Conocí un montón de valiosa gente nueva y que realmente marco mi vida y me ha enseñado mucho.
En fin atrevanse a vivir el dia a dia sin pensar en mañana, aprovechen y disfruten cada una de las oportunidades que les da la vida.
Vayan a lugares que no conocen. Hagan algo que nunca hayan hecho.
Vive la vida.
Saludos a todos
Ignacio Merino Alarcón
"MOCHILERO DESCUBRE CHILE"
jueves, 29 de diciembre de 2011
domingo, 23 de octubre de 2011
Valle del Elqui
Todo partió en Rivadavia
En Rivadavia se unen los ríos Turbio y Claro, pequeños torrentes que conforman aquí el río Elqui. Este poblado se encuentra rodeado de hermosas montañas por lo que vale la pena detenerse a la vera del camino para observarlas. La Ruta 41 por la cual venimos transitando sigue directo hacia la frontera, pero en este lugar también hay un desvío hacia el valle del río Claro, el otro sector donde están los pueblos más visitados (Paihuano, Montegrande, Cochiguaz, Pisco Elqui), a los que más adelante le dedicaremos un post especial.
Historia mística de Elqui
En Rivadavia también partió la leyenda del turismo místico. Según informes orales que he recogido, en la década de los años 70 la Gran Fraternidad Universal (grupo de carácter esotérico seguidores del francés Serge Raynaud de la Ferrière) fijó este lugar como el punto donde nacería alguien especial para la humanidad. La leyenda quedó olvidada con el tiempo y hoy pocos recuerdan detalles. Se dice que en esa época vinieron los primeros Lamas desde el Tíbet y nace el concepto que el centro magnético de la Tierra se iba a trasladar desde los Himalayas a Elqui. Coincide también con la noción del nacimiento de la Era de Acuario por parte de otros grupos místicos.
Algunas versiones hablan que una de las naves de las misiones NASA pasó sobre este valle y captó un punto luminoso y energético, lo que dio origen a la leyenda de la alta concentración de energías en Elqui. Nada de eso se ha podido confirmar con datos fidedignos.
De todas formas, las versiones se fueron transmitiendo de boca en boca y salieron de las fronteras de la región y el país. Eso atrajo a los primeros "afuerinos" que vinieron a establecerse al valle. La unión de los ríos Turbio y Claro en Rivadavia pasa a ser considerada el Ying y el Yang del planeta.
En el año 1978 visitó por primera vez el valle del Elqui el Maestro Vasant (Shree Vasant Vithal Paranjpe), recientemente fallecido. La comunidad de la "Madre Cecilia" (Cecilia Rodríguez) ya estaba instalada en Cochihuaz, proveniente de la localidad de El Belloto, en las cercanías de Quilpué. Esta comunidad tenía vinculaciones con la ya mencionada Gran Fraternidad Universal.
Cabe destacar que el maestro Sri Vasant es considerado el padre de la Terapia Homa en el mundo e impulsor del Agnihotra, MahaMritiunyaja, Gayatri y Rudram.
Vasant busca un lugar en Elqui para iniciar lo que sería uno de los tres puntos de energía del planeta, junto a otros en la India y Polonia. El sitio elegido corresponde a El Colorado, en Cochihuaz, donde se instala la comunidad. Se sostiene que "con el cambio de milenio y la era cósmica, de Piscis a Acuario, las energías magnéticas y espirituales de la tierra han sido transferidas de 30° Norte (Tíbet) a 30° Sur (Elqui)".
"Antes de este cambio, el centro magnético de la Tierra estaba ubicado en el Tíbet, en los Himalayas, y por los anteriores 2.000 años la Tierra estuvo bajo la influencia de Piscis", explica una monografía sobre el maestro Vasant.
La Terapia Homa es un técnica de sanación proveniente de la Medicina Ayurvédica y está basada en la ejecución de fuegos bioenergéticos. Homa es una palabra del idioma sánscrito y se emplea como sinónimo de Yagnya. Éste es un término técnico que se emplea para expresar el proceso de purificación del aire a trav{es de la acción del fuego. "Tú sanas la atmósfera y, recobrada su salud, la atmósfera te sana a ti", señalan sus practicantes para explicar la idea central de la Terapia Homa.
A su vez, el Agnihotra es "el fuego bioenergético básico y más potente de la Terapia Homa y proviene de los Vedas. El Agnihotra capta en una pirámide de cobre las radiaciones revitalizadoras, regeneradoras y sutiles del sol durante su salida y puesta, luego la distribuye a su alrededor. Esto se realiza con fuego, acompañdos de mantras. Las cenizas que quedan después de realizadas las respectivas ceremonias pueden ser usadas en el aire, suelos, agua, plantas, animales y seres humanos para establecer un equilibrio bioenergético en toda la naturaleza. Sus propiedades son limpiar un área de patrones negativos que dominan la mente, liberador de adicciones y purificador del aire y el agua. En muchos lugares de Elqui esta práctica ha continuado, y luego se expandió a otras partes del país, especialmente por grupos y comunidades vinculadas con prácticas provenientes de la India y el Tibet.
En una web chilena (en inglés), que no publica la fuente de la información, se llega a afirmar que "en 1967, astronautas de la misión Gemini detectaron puntos brillantes de los Andes. El más brillante de ellos fue en el Valle del Elqui. Los místicos, dijeron, "la luz espiritual se ha trasladado a esta región en América del Sur." Esto ha sido confirmado por la historia de los lamas, los monjes del Tíbet, que dice que los monjes se establecieron en los Andes en esta región, construyeron un templo sagrado protegido por una barrera magnética por lo que es inaccesible para los demás".
Más adelante, allí se afirma que "en 1982, la fuerza magnética de la Tierra se mide por medio de satélites por primera vez. El mapa de Magsat mostró un excelente punto de energía positiva entre el 27 y 33 de latitud sur. El Valle de Elqui se encuentra en el centro de ella". Ninguna de las aseveraciones son posibles de demostrar en documentos respaldatorios. El mapa Magsat efectivamente existe, pero el "punto de energía" señalado no es comprobable. Tampoco en lo referente a la "misión Gemini", cuyo último vuelo tripulado se registró en noviembre de 1966 por lo que es poco probable que lo narrado sea verídico.
Las comunidades y el cometa Halley
Sin embargo, la eclosión de Elqui en el imaginario colectivo tuvo su punto cúlmine hacia 1985 cuando se anunció el paso del cometa Halley. Hacia estos años ya se habían creado las primeras comunidades. Una de ellas, la más importante, fue la instaurada por la llamada "Madre Cecilia" en Cochiguaz. En ella hubo hubo sincretismo y creó grandes expectativas y rumores. Se cuenta que arrastró a sus interpretaciones sobre OVNIS, religión y profecías a muchos conocidos lugareños que cedieron terrenos y vendieron bienes. La historia termina después de anunciar la "Madre Cecilia" un "arrebatamiento" que no sucede. Su paradero es desconocido a partir de ese momento. Pese al descrédito y el desbande que produjo en la principal comunidad, algo quedó en el ambiente y el mito se convirtió en leyenda urbana, hasta hoy.
Coincide en esos años el interés mediático por el fenómenos del valle y sus comunidades. La periodista Malú Sierra escribe el libro "Elqui, el cielo está mas cerca", donde hay testimonios del movimiento que comienza a surgir; el escritor Enrique Lafourcade por su parte, escribe una crónica en su leída columna del cuerpo Reportajes de El Mercurio. Escéptico, Lafourcade visita la comunidad de la "Madre Cecilia" y concluye que lo mejor que allí encontró fue el pan amasado que preparaba su anfitriona. Luego publicó "Los Hijos del Arco Iris", donde profundiza en el mundo de este Elqui ochentero
Según señala Sergio Alcayaga: "La época de esplendor del Valle fue por los años 80, ya que fue elegido como lugar predilecto por grupos contactistas de tipo extra terrestre para llevar a cabo reuniones de carácter espiritual, y desarrollar técnicas de comunicación con los que ellos denominaron "Hermanos Mayores". La mayor parte de la historia del Valle en la época de los 80 se puede encontrar en el libro "Elqui, el cielo está mas cerca" de la periodista y escritora chilena Malú Sierra".
Otro libro que relata el contexto de la época es "El Levantamiento" de Mikaela de Salvington, donde es posible inferir los contactos de la "Madre Cecilia" con la Misión RAMA del peruano Sixto Paz Wells..
En marzo de 1986, previa mediática cobertura, el valle se consagra como el sitio elegido para ver el paso del cometa Halley. Miles de personas llegaron a todos sus rincones. Me tocó vivir esa experiencia. Sin hoteles u hospedajes suficientes, muchos pernoctaron en vehículos y carpas. Televisión Nacional montó un espectáculo artístico, estilo New Age en la ladera de un cerro habilitada como espectacular anfiteatro.
El lugar elegido fue Punta Azul, sector que hacia el año 1999 fue inundado por las aguas del recientemente construido Embalse Puclaro. Recuerdo a Alberto Plaza y a Alvaro Scaramelli como algunos de los artistas que actuaron esa mágica noche. Décadas más tarde nos enteraríamos que hubo un planificado interés gubernamental por promover el paso del Halley en Elqui, para distraer la mirada sobre los difíciles momentos que se vivían.
Lo cierto es que el paso cometa Halley por Elqui no fue lo espectacular que se había anunciado y sólo con prismáticos, desde un lugar muy oscuro, fue posible distinguir su pálido brilllo.
No obstante, fue el empujón final para que Elqui comenzara a capturar el interés de los chilenos. Así nació la primera infraestructura hotelera y de servicios. La ruta asfaltada sólo llegaba hasta Rivadavia y hacia el interior era una odisea transitar por estrechos caminos de tierra plagados de "calamina" o "serrucho". Por estos años nace el modesto restaurant Halley, que con el paso del tiempo se ha convertido en el más visitado de Vicuña. Antes, allí sólo eran dignos de visita la Hosteria de Vicuña y el tradicional Club Social.
La Nueva Era
Hacia fines de la década del '80 se consolidó una interesante corriente migratoria. Buscadores espirituales, personajes alternativos, profesionales humanistas y ecologistas, jóvenes y mayores aventureros, comienzan a establecerse solos o con sus familias en distintos pueblos de Elqui. Se rearman algunas comunidades y comienzan los "famosos" a poner a Elqui en la ruta del turismo místico. Personajes como J. J. Benítez y José Arguelles lo visitarían después. Roberto Bravo, Jose Donoso, Malucha Pinto, Alberto Fuget, Joakín Bello, Leonor Varela y muchos otros pasean por sus pueblos. El valle se pone de moda. Mochileros, empresarios, originarios y afuerinos; neohippies, artistas y sanadores; temporeros, aventureros, artesanos, agricultores y extranjeros le ponen la cara cosmopolita y diversa, transformándose las pequeñas plazas de Pisco Elqui y Montegrande en el centro de reunión.
La década de los '90 recibirá una variopinta oleada de "afuerinos". para establecerse. Algunos se integran y se quedan hasta hoy. Otros se marchan de regreso después de un tiempo. Lo que no cambia es el creciente flujo de visitantes. Rebalsadas las ciudades costeras de Coquimbo y La Serena, el flujo turístico invade Elqui. Nuevos hoteles y proyectos diversifican la oferta desde modestas cabañas a complejos y restaurantes de primer nivel. El río, el aire y el sol son los imanes.
La defensa del río
El boom de la uva de exportación transforma el paisaje desde los años '80, de manera simultánea que el turismo. Ambos conviven en este tiempo con una amenaza que llega desde un valle vecino: la Minera El Indio. Entre gallos y medianoche, una empresa ligada a esa compañía tramita los derechos de agua y la explotación del río Cochiguaz, quizás el más frágil y bello de todos. La idea era entubar un extenso tramo del río para aprovechar las aguas en la generación eléctrica. El rumor llega a oídos de los nuevos habitantes, más sensibles a las problemáticas ambientales. Se organizan, suman apoyos y movilizan al resto por varios meses. En una manifestación que efectúan durante una visita del Presidente Patricio Aylwin a La Serena, logran que el mandatario manifieste públicamente que vetará el proyecto de entubamiento del río. David nuevamente ha vencido a Goliat. ¿Qué sería hoy del valle de Cochiguáz sin esa movilización?
Epílogo
Después de casi 30 años el valle ha cambiado. Los transplantados conviven con los naturales. Claro que en muchos casos la integración es débil, por las diferencias culturales. La cultura más tradicional está representada por los antiguos habitantes de los pueblos y sus descendientes, todos ellos ligados al cultivo de la tierra. El turismo masivo amenaza a ambos grupos. Contaminación, alcohol a destajo, drogas, deterioro paisajístico, "carrete" sin límites y falta de conciencia traen algunos turistas. Otros, sin embargo, aportan respeto, admiración por el paisaje, conexión con el ser interno. Así es el turismo cuando se desarrolla "a la buena de Dios", sin dirección y consenso.
Por su parte, el alcoholismo y la falta de trabajos estables siguen siendo los problemas endémicos que afectan a los campesinos. El sábado y domingo son los días de los bares y expendios de alcohol llenos, desde donde salen tarde los mareados parroquianos de vuelta a casa, después de haberse gastado parte del poco ingreso obtenido en la semana. Mientras tanto, otros (y principalmente otras) luchan por conservar las pequeñas chacras y extensiones de terreno que les van quedando, cercados por las explotaciones a gran escala, algunas de ellas de monocultivo y excesiva fumigaciones con agroquímicos.
Los pequeños hijos de los "transplantados" hoy ya son adultos. Muchos se criaron en comunidad y heredaron las creencias de sus padres, pioneros en buscar una vida más armónica. Otros, volvieron a emigrar.
Muchos mitos se han tejido en torno al valle de las últimas décadas. Quizás el sustento más verídico de la energía de Elqui esté fundado en las fuertes concentraciones de magnetita y cuarzo que se encuentran en cerros como el Cancana, en Cochihuaz. Si uno llega al valle con apertura y sensibilidad, notará al regreso quealgo te ha pasado a nivel de los sutiles campos energéticos, que todavía no sabemos explicar.
Puede ser que esta crónica no sea muy rigurosa históricamente hablando por estar basada en vivencias personales y testimonios orales. Puede ser también que no haya incorporado todos los datos y actores del período. Sin embargo, es un punto de partida para descifrar la actual imagen mística del valle, no investigada aún. Anímate a comentar.
Gracias Mauricio Bertero H.
En Rivadavia se unen los ríos Turbio y Claro, pequeños torrentes que conforman aquí el río Elqui. Este poblado se encuentra rodeado de hermosas montañas por lo que vale la pena detenerse a la vera del camino para observarlas. La Ruta 41 por la cual venimos transitando sigue directo hacia la frontera, pero en este lugar también hay un desvío hacia el valle del río Claro, el otro sector donde están los pueblos más visitados (Paihuano, Montegrande, Cochiguaz, Pisco Elqui), a los que más adelante le dedicaremos un post especial.
Historia mística de Elqui
En Rivadavia también partió la leyenda del turismo místico. Según informes orales que he recogido, en la década de los años 70 la Gran Fraternidad Universal (grupo de carácter esotérico seguidores del francés Serge Raynaud de la Ferrière) fijó este lugar como el punto donde nacería alguien especial para la humanidad. La leyenda quedó olvidada con el tiempo y hoy pocos recuerdan detalles. Se dice que en esa época vinieron los primeros Lamas desde el Tíbet y nace el concepto que el centro magnético de la Tierra se iba a trasladar desde los Himalayas a Elqui. Coincide también con la noción del nacimiento de la Era de Acuario por parte de otros grupos místicos.
Algunas versiones hablan que una de las naves de las misiones NASA pasó sobre este valle y captó un punto luminoso y energético, lo que dio origen a la leyenda de la alta concentración de energías en Elqui. Nada de eso se ha podido confirmar con datos fidedignos.
De todas formas, las versiones se fueron transmitiendo de boca en boca y salieron de las fronteras de la región y el país. Eso atrajo a los primeros "afuerinos" que vinieron a establecerse al valle. La unión de los ríos Turbio y Claro en Rivadavia pasa a ser considerada el Ying y el Yang del planeta.
En el año 1978 visitó por primera vez el valle del Elqui el Maestro Vasant (Shree Vasant Vithal Paranjpe), recientemente fallecido. La comunidad de la "Madre Cecilia" (Cecilia Rodríguez) ya estaba instalada en Cochihuaz, proveniente de la localidad de El Belloto, en las cercanías de Quilpué. Esta comunidad tenía vinculaciones con la ya mencionada Gran Fraternidad Universal.
Cabe destacar que el maestro Sri Vasant es considerado el padre de la Terapia Homa en el mundo e impulsor del Agnihotra, MahaMritiunyaja, Gayatri y Rudram.
Vasant busca un lugar en Elqui para iniciar lo que sería uno de los tres puntos de energía del planeta, junto a otros en la India y Polonia. El sitio elegido corresponde a El Colorado, en Cochihuaz, donde se instala la comunidad. Se sostiene que "con el cambio de milenio y la era cósmica, de Piscis a Acuario, las energías magnéticas y espirituales de la tierra han sido transferidas de 30° Norte (Tíbet) a 30° Sur (Elqui)".
"Antes de este cambio, el centro magnético de la Tierra estaba ubicado en el Tíbet, en los Himalayas, y por los anteriores 2.000 años la Tierra estuvo bajo la influencia de Piscis", explica una monografía sobre el maestro Vasant.
La Terapia Homa es un técnica de sanación proveniente de la Medicina Ayurvédica y está basada en la ejecución de fuegos bioenergéticos. Homa es una palabra del idioma sánscrito y se emplea como sinónimo de Yagnya. Éste es un término técnico que se emplea para expresar el proceso de purificación del aire a trav{es de la acción del fuego. "Tú sanas la atmósfera y, recobrada su salud, la atmósfera te sana a ti", señalan sus practicantes para explicar la idea central de la Terapia Homa.
A su vez, el Agnihotra es "el fuego bioenergético básico y más potente de la Terapia Homa y proviene de los Vedas. El Agnihotra capta en una pirámide de cobre las radiaciones revitalizadoras, regeneradoras y sutiles del sol durante su salida y puesta, luego la distribuye a su alrededor. Esto se realiza con fuego, acompañdos de mantras. Las cenizas que quedan después de realizadas las respectivas ceremonias pueden ser usadas en el aire, suelos, agua, plantas, animales y seres humanos para establecer un equilibrio bioenergético en toda la naturaleza. Sus propiedades son limpiar un área de patrones negativos que dominan la mente, liberador de adicciones y purificador del aire y el agua. En muchos lugares de Elqui esta práctica ha continuado, y luego se expandió a otras partes del país, especialmente por grupos y comunidades vinculadas con prácticas provenientes de la India y el Tibet.
En una web chilena (en inglés), que no publica la fuente de la información, se llega a afirmar que "en 1967, astronautas de la misión Gemini detectaron puntos brillantes de los Andes. El más brillante de ellos fue en el Valle del Elqui. Los místicos, dijeron, "la luz espiritual se ha trasladado a esta región en América del Sur." Esto ha sido confirmado por la historia de los lamas, los monjes del Tíbet, que dice que los monjes se establecieron en los Andes en esta región, construyeron un templo sagrado protegido por una barrera magnética por lo que es inaccesible para los demás".
Más adelante, allí se afirma que "en 1982, la fuerza magnética de la Tierra se mide por medio de satélites por primera vez. El mapa de Magsat mostró un excelente punto de energía positiva entre el 27 y 33 de latitud sur. El Valle de Elqui se encuentra en el centro de ella". Ninguna de las aseveraciones son posibles de demostrar en documentos respaldatorios. El mapa Magsat efectivamente existe, pero el "punto de energía" señalado no es comprobable. Tampoco en lo referente a la "misión Gemini", cuyo último vuelo tripulado se registró en noviembre de 1966 por lo que es poco probable que lo narrado sea verídico.
Las comunidades y el cometa Halley
Sin embargo, la eclosión de Elqui en el imaginario colectivo tuvo su punto cúlmine hacia 1985 cuando se anunció el paso del cometa Halley. Hacia estos años ya se habían creado las primeras comunidades. Una de ellas, la más importante, fue la instaurada por la llamada "Madre Cecilia" en Cochiguaz. En ella hubo hubo sincretismo y creó grandes expectativas y rumores. Se cuenta que arrastró a sus interpretaciones sobre OVNIS, religión y profecías a muchos conocidos lugareños que cedieron terrenos y vendieron bienes. La historia termina después de anunciar la "Madre Cecilia" un "arrebatamiento" que no sucede. Su paradero es desconocido a partir de ese momento. Pese al descrédito y el desbande que produjo en la principal comunidad, algo quedó en el ambiente y el mito se convirtió en leyenda urbana, hasta hoy.
Coincide en esos años el interés mediático por el fenómenos del valle y sus comunidades. La periodista Malú Sierra escribe el libro "Elqui, el cielo está mas cerca", donde hay testimonios del movimiento que comienza a surgir; el escritor Enrique Lafourcade por su parte, escribe una crónica en su leída columna del cuerpo Reportajes de El Mercurio. Escéptico, Lafourcade visita la comunidad de la "Madre Cecilia" y concluye que lo mejor que allí encontró fue el pan amasado que preparaba su anfitriona. Luego publicó "Los Hijos del Arco Iris", donde profundiza en el mundo de este Elqui ochentero
Según señala Sergio Alcayaga: "La época de esplendor del Valle fue por los años 80, ya que fue elegido como lugar predilecto por grupos contactistas de tipo extra terrestre para llevar a cabo reuniones de carácter espiritual, y desarrollar técnicas de comunicación con los que ellos denominaron "Hermanos Mayores". La mayor parte de la historia del Valle en la época de los 80 se puede encontrar en el libro "Elqui, el cielo está mas cerca" de la periodista y escritora chilena Malú Sierra".
Otro libro que relata el contexto de la época es "El Levantamiento" de Mikaela de Salvington, donde es posible inferir los contactos de la "Madre Cecilia" con la Misión RAMA del peruano Sixto Paz Wells..
En marzo de 1986, previa mediática cobertura, el valle se consagra como el sitio elegido para ver el paso del cometa Halley. Miles de personas llegaron a todos sus rincones. Me tocó vivir esa experiencia. Sin hoteles u hospedajes suficientes, muchos pernoctaron en vehículos y carpas. Televisión Nacional montó un espectáculo artístico, estilo New Age en la ladera de un cerro habilitada como espectacular anfiteatro.
El lugar elegido fue Punta Azul, sector que hacia el año 1999 fue inundado por las aguas del recientemente construido Embalse Puclaro. Recuerdo a Alberto Plaza y a Alvaro Scaramelli como algunos de los artistas que actuaron esa mágica noche. Décadas más tarde nos enteraríamos que hubo un planificado interés gubernamental por promover el paso del Halley en Elqui, para distraer la mirada sobre los difíciles momentos que se vivían.
Lo cierto es que el paso cometa Halley por Elqui no fue lo espectacular que se había anunciado y sólo con prismáticos, desde un lugar muy oscuro, fue posible distinguir su pálido brilllo.
No obstante, fue el empujón final para que Elqui comenzara a capturar el interés de los chilenos. Así nació la primera infraestructura hotelera y de servicios. La ruta asfaltada sólo llegaba hasta Rivadavia y hacia el interior era una odisea transitar por estrechos caminos de tierra plagados de "calamina" o "serrucho". Por estos años nace el modesto restaurant Halley, que con el paso del tiempo se ha convertido en el más visitado de Vicuña. Antes, allí sólo eran dignos de visita la Hosteria de Vicuña y el tradicional Club Social.
La Nueva Era
Hacia fines de la década del '80 se consolidó una interesante corriente migratoria. Buscadores espirituales, personajes alternativos, profesionales humanistas y ecologistas, jóvenes y mayores aventureros, comienzan a establecerse solos o con sus familias en distintos pueblos de Elqui. Se rearman algunas comunidades y comienzan los "famosos" a poner a Elqui en la ruta del turismo místico. Personajes como J. J. Benítez y José Arguelles lo visitarían después. Roberto Bravo, Jose Donoso, Malucha Pinto, Alberto Fuget, Joakín Bello, Leonor Varela y muchos otros pasean por sus pueblos. El valle se pone de moda. Mochileros, empresarios, originarios y afuerinos; neohippies, artistas y sanadores; temporeros, aventureros, artesanos, agricultores y extranjeros le ponen la cara cosmopolita y diversa, transformándose las pequeñas plazas de Pisco Elqui y Montegrande en el centro de reunión.
La década de los '90 recibirá una variopinta oleada de "afuerinos". para establecerse. Algunos se integran y se quedan hasta hoy. Otros se marchan de regreso después de un tiempo. Lo que no cambia es el creciente flujo de visitantes. Rebalsadas las ciudades costeras de Coquimbo y La Serena, el flujo turístico invade Elqui. Nuevos hoteles y proyectos diversifican la oferta desde modestas cabañas a complejos y restaurantes de primer nivel. El río, el aire y el sol son los imanes.
La defensa del río
El boom de la uva de exportación transforma el paisaje desde los años '80, de manera simultánea que el turismo. Ambos conviven en este tiempo con una amenaza que llega desde un valle vecino: la Minera El Indio. Entre gallos y medianoche, una empresa ligada a esa compañía tramita los derechos de agua y la explotación del río Cochiguaz, quizás el más frágil y bello de todos. La idea era entubar un extenso tramo del río para aprovechar las aguas en la generación eléctrica. El rumor llega a oídos de los nuevos habitantes, más sensibles a las problemáticas ambientales. Se organizan, suman apoyos y movilizan al resto por varios meses. En una manifestación que efectúan durante una visita del Presidente Patricio Aylwin a La Serena, logran que el mandatario manifieste públicamente que vetará el proyecto de entubamiento del río. David nuevamente ha vencido a Goliat. ¿Qué sería hoy del valle de Cochiguáz sin esa movilización?
Epílogo
Después de casi 30 años el valle ha cambiado. Los transplantados conviven con los naturales. Claro que en muchos casos la integración es débil, por las diferencias culturales. La cultura más tradicional está representada por los antiguos habitantes de los pueblos y sus descendientes, todos ellos ligados al cultivo de la tierra. El turismo masivo amenaza a ambos grupos. Contaminación, alcohol a destajo, drogas, deterioro paisajístico, "carrete" sin límites y falta de conciencia traen algunos turistas. Otros, sin embargo, aportan respeto, admiración por el paisaje, conexión con el ser interno. Así es el turismo cuando se desarrolla "a la buena de Dios", sin dirección y consenso.
Por su parte, el alcoholismo y la falta de trabajos estables siguen siendo los problemas endémicos que afectan a los campesinos. El sábado y domingo son los días de los bares y expendios de alcohol llenos, desde donde salen tarde los mareados parroquianos de vuelta a casa, después de haberse gastado parte del poco ingreso obtenido en la semana. Mientras tanto, otros (y principalmente otras) luchan por conservar las pequeñas chacras y extensiones de terreno que les van quedando, cercados por las explotaciones a gran escala, algunas de ellas de monocultivo y excesiva fumigaciones con agroquímicos.
Los pequeños hijos de los "transplantados" hoy ya son adultos. Muchos se criaron en comunidad y heredaron las creencias de sus padres, pioneros en buscar una vida más armónica. Otros, volvieron a emigrar.
Muchos mitos se han tejido en torno al valle de las últimas décadas. Quizás el sustento más verídico de la energía de Elqui esté fundado en las fuertes concentraciones de magnetita y cuarzo que se encuentran en cerros como el Cancana, en Cochihuaz. Si uno llega al valle con apertura y sensibilidad, notará al regreso quealgo te ha pasado a nivel de los sutiles campos energéticos, que todavía no sabemos explicar.
Puede ser que esta crónica no sea muy rigurosa históricamente hablando por estar basada en vivencias personales y testimonios orales. Puede ser también que no haya incorporado todos los datos y actores del período. Sin embargo, es un punto de partida para descifrar la actual imagen mística del valle, no investigada aún. Anímate a comentar.
Gracias Mauricio Bertero H.
lunes, 23 de mayo de 2011
sábado, 14 de mayo de 2011
Chiloe, Tierra de Mitos y Leyendas
Chiloe, tierra y mar de mitos y leyendas, historia, tradiciones, fiestas costumbristas e idílicos paisajes naturales que permiten la practica de deportes outdoors y el turismo de aventura.
Compuesto por una isla grande y otras 40 menores, es un extenso territorio de ensenadas, canales, golfos, lagos y lagunas.
Chiloé fue el último enclave de la conquista española en Chile y América, aportando un interesante espacio geográfico transformado por la mixtura cultural hispano - huilliche a mediados del Siglo XVI. Aún conserva los fuertes San Antonio y San Miguel de Ahui, en la ciudad de Ancud, que mantienen gran parte de la artillería y estructuras originales.
Los jesuitas, llegados en 1608, evangelizaron la zona, tarea continuada por los franciscanos después de la expulsión de la Compañía en 1767. Testimonio de aquello fueron las iglesias construidas por la comunidad, la cual aportaba su trabajo y materiales de construcción, y procedía a edificar las capillas en conjunto con los misioneros.
En sus poblados surgen construcciones únicas, arquetipo de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera, como sus iglesias y casas de cortes típicos, con tejuelas, balcones y miradores. 60 iglesias chilotas corresponden a esta tipología, edificadas en maderas nobles como alerce y ciprés. 16 de ellas son, a la vez, Monumentos Nacionales de Chile y Patrimonio de la Humanidad por declaración de Unesco.
A través de éstas, es posible descubrir el diálogo intercultural, con un profundo mestizaje y su interrelación con el paisaje. Ellas, junto al oficio de carpinteros de ribera y la voluntad comunitaria para trabajar en minga (traslado comunitario de una vivienda de madera a otro sector, por tierra y mar), han forjado una identidad propia, reconocida y apreciada en el mundo entero.
Es interesante conocer sus leyendas y mitos, como el Trauco, La Pincoya y El Caleuche; sus fiestas religiosas y bailes; a sus "chilotes marinos" navegando en lanchones por los canales que comunican las islas; a sus ciudades y casas palafito y, sobre todo, sentir la hospitalidad de su gente.
Constituyen experiencias únicas su gastronomía con cazuelas chilotas, asados al palo y el famoso "curanto en hoyo". Además, las ostras que pueden ser degustadas en sus criaderos y los famosos licores de oro, enguindao y rompón, todos destilados artesanalmente.
Su principal fiesta folclórica es el Festival Costumbrista de Chiloé, que multitudinariamente se celebra el tercer fin de semana de febrero, donde tienen cabida la artesanía, canto, música insular, faenas tradicionales, costumbres chilotas y gastronomía típica.
El conocimiento de la isla es posible por medio de tours visitando ciudades, pueblos, naturaleza, canales y mar, y realizando pesca deportiva, excursiones, paseos en lancha y agroturismo. El turismo rural tiene un avanzado desarrollo en el archipiélago y ofrece redes que prestan servicios. En el Parque Nacional Chiloé se puede disfrutar de paseos a caballo, caminatas, pesca y observación de flora y fauna.
También tendrá oportunidad de disfrutar del turismo de aventura y turismo de intereses especiales. En bellos e idílicos paisajes naturales, de playa, río, lagos, lagunas y mar, podrás practicar actividades outdoors, deportes acuáticos, navegación por fiordos y canales, observación de flora y fauna nativa.
No dejes la oportunidad de conocer uno de los destinos mochileros mas atractivos del sur de Chile
Compuesto por una isla grande y otras 40 menores, es un extenso territorio de ensenadas, canales, golfos, lagos y lagunas.
Chiloé fue el último enclave de la conquista española en Chile y América, aportando un interesante espacio geográfico transformado por la mixtura cultural hispano - huilliche a mediados del Siglo XVI. Aún conserva los fuertes San Antonio y San Miguel de Ahui, en la ciudad de Ancud, que mantienen gran parte de la artillería y estructuras originales.
Los jesuitas, llegados en 1608, evangelizaron la zona, tarea continuada por los franciscanos después de la expulsión de la Compañía en 1767. Testimonio de aquello fueron las iglesias construidas por la comunidad, la cual aportaba su trabajo y materiales de construcción, y procedía a edificar las capillas en conjunto con los misioneros.
En sus poblados surgen construcciones únicas, arquetipo de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera, como sus iglesias y casas de cortes típicos, con tejuelas, balcones y miradores. 60 iglesias chilotas corresponden a esta tipología, edificadas en maderas nobles como alerce y ciprés. 16 de ellas son, a la vez, Monumentos Nacionales de Chile y Patrimonio de la Humanidad por declaración de Unesco.
A través de éstas, es posible descubrir el diálogo intercultural, con un profundo mestizaje y su interrelación con el paisaje. Ellas, junto al oficio de carpinteros de ribera y la voluntad comunitaria para trabajar en minga (traslado comunitario de una vivienda de madera a otro sector, por tierra y mar), han forjado una identidad propia, reconocida y apreciada en el mundo entero.
Es interesante conocer sus leyendas y mitos, como el Trauco, La Pincoya y El Caleuche; sus fiestas religiosas y bailes; a sus "chilotes marinos" navegando en lanchones por los canales que comunican las islas; a sus ciudades y casas palafito y, sobre todo, sentir la hospitalidad de su gente.
Constituyen experiencias únicas su gastronomía con cazuelas chilotas, asados al palo y el famoso "curanto en hoyo". Además, las ostras que pueden ser degustadas en sus criaderos y los famosos licores de oro, enguindao y rompón, todos destilados artesanalmente.
Su principal fiesta folclórica es el Festival Costumbrista de Chiloé, que multitudinariamente se celebra el tercer fin de semana de febrero, donde tienen cabida la artesanía, canto, música insular, faenas tradicionales, costumbres chilotas y gastronomía típica.
El conocimiento de la isla es posible por medio de tours visitando ciudades, pueblos, naturaleza, canales y mar, y realizando pesca deportiva, excursiones, paseos en lancha y agroturismo. El turismo rural tiene un avanzado desarrollo en el archipiélago y ofrece redes que prestan servicios. En el Parque Nacional Chiloé se puede disfrutar de paseos a caballo, caminatas, pesca y observación de flora y fauna.
También tendrá oportunidad de disfrutar del turismo de aventura y turismo de intereses especiales. En bellos e idílicos paisajes naturales, de playa, río, lagos, lagunas y mar, podrás practicar actividades outdoors, deportes acuáticos, navegación por fiordos y canales, observación de flora y fauna nativa.
No dejes la oportunidad de conocer uno de los destinos mochileros mas atractivos del sur de Chile
miércoles, 11 de mayo de 2011
SIETE RAZONES PARA OPONERSE AL PROYECTO DE LAS CENTRALES DE AYSÉN
1.- Es cierto que Chile tiene una estrechez energética, la cual se extenderá hasta el año 2014 – 2015 de acuerdo con los pronósticos. Este es uno de los argumentos que más ayudan a el proyecto Hidroaysén. Sin perjuicio de lo anterior, hay que señalar que el proyecto no llega a solucionar ninguna crisis energética, puesto que su construcción demorará aproximadamente 10 años, esto quiere decir que estará listo aproximadamente el año 2019 0 2020, de lo cual podemos deducir que en esos años habremos superado el problema energético del país, por lo tanto el proyecto Hidroaysén llega tarde a solucionar el problema.
2.- En el mismo período de construcción (10 años), Chile podría dedicarse a fomentar otras energías, como las energías renovables no convencionales, en este caso la fotovoltaica, eólica, geotérmica, y termo solar. En el caso de las energías solares, siendo Chile el país con mayor radiación solar en el mundo; además esta energía, para ser almacenada requiere de un mineral sobre el cual Chile posee ventajas mundiales: el salitre. Tan sólo ayer el premio nobel de física y ex director del CERN, Carlo Rubbia, de paso por el país, recomendaba a las autoridades presentes, (entre ellos el presidente Ricardo Lagos), que el país use esta energía, pues el crudo se acaba rápidamente. Respecto de la geotérmica, Chile cuenta con el 10% de los volcanes activos del mundo, y en materia eólica Chile también posee un tremendo potencial, por lo tanto nuestro país no requiere la intervención ni destrucción se zonas de una riqueza y belleza natural incomparables, que además generan otro tipo de industria, como el ecoturismo.
3.- Hidroaysén presentó a la Conama (corporación nacional del Medio Ambiente) únicamente el análisis de impacto ambiental de la Mega represa (que destruiría casi seis mil hectáreas de Aysén), y no el de el tendido eléctrico, que por tiene un largo de 2.200 kilómetros y atraviesa 8 regiones del país, lo cual aumenta dramáticamente el impacto sobre la naturaleza que producirá el proyecto en su conjunto. Como se puede deducir lógicamente, a los ejecutivos del proyecto no les sirve una represa sin tendido eléctrico y tampoco les sirve un tendido eléctrico sin una represa.
4.- Aunque parezca difícil de creer, las hidroeléctricas SÍ producen gases contaminantes, puesto que al inundar zonas que contenían grandes bosques, (en este caso casi seis mil hectáreas), aquellos bosques inundados de agua comienzan a descomponerse de manera anaeróbica, puesto que el oxígeno casi desaparece del fondo de estas posadas de agua y producen gas metano (CH4), que es uno de los gases que colaboran con el calentamiento global.
5.- El proyecto de la mega represa no generará de manera permanente más allá de 200 puestos de trabajo (una vez terminada), puesto que al ser de última generación requeriría muy poco personal. A diferencia de lo que ocurre con las energías renovables no convencionales que son una gran oportunidad de desarrollo científico y tecnológico para el país.
6.- El tendido eléctrico requerido. si hubiera existido hace uno o dos años, no habría soportado por ejemplo: la erupción del volcán Chaitén (el tendido pasa muy cerca de ese volcán), u otro más frecuente en Chile: un terremoto. En consecuencia la vulnerabilidad del tendido eléctrico hace muy riesgoso el proyecto, y si dimensionáramos que ocurra una eventualidad como esta, el sistema interconectado central (SIC) vería disminuida su capacidad en un 25%, lo cual habría hecho colapsar inmediatamente y sin previo aviso al país.
7.- Ya aprendimos de la experiencia con el Gas Argentino que no debíamos depositar todos los huevos en una sola canasta, y que deberíamos diversificar la matriz energética. Hidroaysén significaría cometer dos veces el mismo error, pero ya conocemos la historia y no estamos condenados a repetirla. Proyectos como este, no sólo producen un daño gigantesco al medioambiente, sino que además no nos permitirían convertirnos en una verdadera potencia energética en América Latina utilizando las fuentes de energía renovables no convencionales que son infinitas y no dependen de las oscilaciones del agua.
Si quieren leer mas e informarse ingresen a este link http://bit.ly/mlLGAb.
Que nuestra naturaleza no muera y que las futuras generaciones puedan mochilear por donde alguna vez caminamos nosotros "MOCHILERO DESCUBRE CHILE"
miércoles, 30 de marzo de 2011
MACHU PICCHU PARA MOCHILEROS
Para cualquier mochilero Machu Picchu es paso obligatorio por Perú.
Pues bien, para mí nunca lo fue porque siempre me hablaron de los precios elevados, así que, al contrario de muchos, fue el primer destino en salir de mi ruta austera, sin embargo, como en los viajes todo es incierto, Machu Picchu se convirtió en insignia de un combo heterogéneo (unido por la suerte del destino) de un canadiense, dos argentinas y 11 colombianos mochileros e inquietos, que por su puesto, le apostamos a la ruta alterna, lo que quiere decir barata, sufrida e intensa.
Así nos embarcamos desde Cusco a las 8 p.m. rumbo a Santa María a donde llegamos a las 4 a.m. y luego de dos horas continuamos en un colectivo hasta Santa Teresa, un cacerío repleto de letreros en inglés (como todo lo que encontraríamos en el resto del camino) muy colorido e interesante, sobretodo por los precios que son exageradamente elevados.
A 45 minutos de caminata y con un desconocimiento afortunado de mi parte, me vi sorprendida por una piscina termal donde todas las chicas nos vimos obligadas a improvisar un traje de baño nada sexy pero sí muy funcional que nos permitiría disfrutar a nuestra anchas de esa agua maravillosa rodeada de montañas gigantes y un merecido descanso, que por cierto nos dejó tan relajados que nadie quería luego caminar a pleno sol de las tres de la tarde.
Con el pelo mojado, la piel calientita y realmente perezosos, nos echamos la mochila al hombro y continuamos el trayecto con el alma llena de energía suramericana, pues ya desde allí Machu Picchu nos coqueteaba desde lo alto, entonces, efóricos nos abrazábamos, tomábamos fotos y nos decíamos ya casi, ahí vamos...
Con la compañía de un rio furioso y ruidoso caminamos por la vía del tren durante casi cuatro horas, alentados también por esas montañas altas y solemnes a medida que ibamos avanzando. Sin embargo, la lluvia apareció y todo se puso difícil, aunque íbamos armados de impermeables y demás equipamientos.
Finalmente, llegamos empapados y cansados a Aguas Calientes, el pueblo de paso obligatorio antes de subir a Machu Picchu.
Llegamos a un hostal muy barato, pero poco recomendable (debíamos pagar por aparte para tomar una ducha caliente) y al día siguiente todos partieron rumbo a Machu Picchu, aclarando eso sí, que cada uno de nosotros tiene su propio relato, porque por ejemplo los ocho chicos vivieron su propia aventura clandestina y peligrosa, que estoy segura, les dejó una huella en su alma. Por cosas de la vida y de alimentación (gripa, fiebre, diarrea y vómito) yo subí al otro día sola, acompañada eso sí de muchos japoneses, de lluvia y de una neblina espesa que no me permitía ver mucho.
Una vez adentro, rodeada de hordas de gente de todas partes del mundo, de guias peruanos hablando en diferentes idiomas, de cámaras de fotos y de video de última tecnología me preguntaba: qué debo sentir? Esto ya lo vi en las postales, en la t.v, en las fotos de mis amigos...
En realidad no sentía mayor cosa y un poco resignada me uní a uno y otro grupo con guías en español y en inglés y avancé en el recorrido. Ahí me di cuenta que cada uno tiene su propia versión que cuenta a su acomodo y de acuerdo a su capacidad histriónica; entonces ¿a quién creerle?
La respuesta me cambió la mirada... A lo que uno siente cuando está allá adentro, a esas construcciones perfectas que se relacionan armónicamente con la naturaleza, con los astros, con la Pachamama.
Si uno se toma la molestia y el tiempo de adaptarse a la gente y cuenta también con la fortuna de encontrar un espacio vacío y con un buen sol (que más tarde apareció), lo entiende todo... no necesita teorías, guías ni explicaciones arqueológicas...
Machu Picchu se impone y se queda suavemente en el alma porque es un lugar sagrado, es el legado de una cultura que supo vivir armoniosamente con su entorno y con los dioses, fue una comunidad en todo el sentido real de la palabra que se asentó en la montaña a 2.600 mts. para vivir de verdad y llenarse de vida, para enseñar...
Ojalá a los millones de visitantes les quede algo más que las fotos, ojalá regresen a la casa con algo de sorpresa, ojalá más personas pudieran visitar Machu Picchu, porque lo que es a mí, me cambió la vida...
Muchas gracias Lisset por tu historia.
"MOCHILERO DESCUBRE CHILE"
Pues bien, para mí nunca lo fue porque siempre me hablaron de los precios elevados, así que, al contrario de muchos, fue el primer destino en salir de mi ruta austera, sin embargo, como en los viajes todo es incierto, Machu Picchu se convirtió en insignia de un combo heterogéneo (unido por la suerte del destino) de un canadiense, dos argentinas y 11 colombianos mochileros e inquietos, que por su puesto, le apostamos a la ruta alterna, lo que quiere decir barata, sufrida e intensa.
Así nos embarcamos desde Cusco a las 8 p.m. rumbo a Santa María a donde llegamos a las 4 a.m. y luego de dos horas continuamos en un colectivo hasta Santa Teresa, un cacerío repleto de letreros en inglés (como todo lo que encontraríamos en el resto del camino) muy colorido e interesante, sobretodo por los precios que son exageradamente elevados.
A 45 minutos de caminata y con un desconocimiento afortunado de mi parte, me vi sorprendida por una piscina termal donde todas las chicas nos vimos obligadas a improvisar un traje de baño nada sexy pero sí muy funcional que nos permitiría disfrutar a nuestra anchas de esa agua maravillosa rodeada de montañas gigantes y un merecido descanso, que por cierto nos dejó tan relajados que nadie quería luego caminar a pleno sol de las tres de la tarde.
Con el pelo mojado, la piel calientita y realmente perezosos, nos echamos la mochila al hombro y continuamos el trayecto con el alma llena de energía suramericana, pues ya desde allí Machu Picchu nos coqueteaba desde lo alto, entonces, efóricos nos abrazábamos, tomábamos fotos y nos decíamos ya casi, ahí vamos...
Con la compañía de un rio furioso y ruidoso caminamos por la vía del tren durante casi cuatro horas, alentados también por esas montañas altas y solemnes a medida que ibamos avanzando. Sin embargo, la lluvia apareció y todo se puso difícil, aunque íbamos armados de impermeables y demás equipamientos.
Finalmente, llegamos empapados y cansados a Aguas Calientes, el pueblo de paso obligatorio antes de subir a Machu Picchu.
Llegamos a un hostal muy barato, pero poco recomendable (debíamos pagar por aparte para tomar una ducha caliente) y al día siguiente todos partieron rumbo a Machu Picchu, aclarando eso sí, que cada uno de nosotros tiene su propio relato, porque por ejemplo los ocho chicos vivieron su propia aventura clandestina y peligrosa, que estoy segura, les dejó una huella en su alma. Por cosas de la vida y de alimentación (gripa, fiebre, diarrea y vómito) yo subí al otro día sola, acompañada eso sí de muchos japoneses, de lluvia y de una neblina espesa que no me permitía ver mucho.
Una vez adentro, rodeada de hordas de gente de todas partes del mundo, de guias peruanos hablando en diferentes idiomas, de cámaras de fotos y de video de última tecnología me preguntaba: qué debo sentir? Esto ya lo vi en las postales, en la t.v, en las fotos de mis amigos...
En realidad no sentía mayor cosa y un poco resignada me uní a uno y otro grupo con guías en español y en inglés y avancé en el recorrido. Ahí me di cuenta que cada uno tiene su propia versión que cuenta a su acomodo y de acuerdo a su capacidad histriónica; entonces ¿a quién creerle?
La respuesta me cambió la mirada... A lo que uno siente cuando está allá adentro, a esas construcciones perfectas que se relacionan armónicamente con la naturaleza, con los astros, con la Pachamama.
Si uno se toma la molestia y el tiempo de adaptarse a la gente y cuenta también con la fortuna de encontrar un espacio vacío y con un buen sol (que más tarde apareció), lo entiende todo... no necesita teorías, guías ni explicaciones arqueológicas...
Machu Picchu se impone y se queda suavemente en el alma porque es un lugar sagrado, es el legado de una cultura que supo vivir armoniosamente con su entorno y con los dioses, fue una comunidad en todo el sentido real de la palabra que se asentó en la montaña a 2.600 mts. para vivir de verdad y llenarse de vida, para enseñar...
Ojalá a los millones de visitantes les quede algo más que las fotos, ojalá regresen a la casa con algo de sorpresa, ojalá más personas pudieran visitar Machu Picchu, porque lo que es a mí, me cambió la vida...
Muchas gracias Lisset por tu historia.
"MOCHILERO DESCUBRE CHILE"
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